A la hora de adquirir un sofá cama para el hogar se tienen en cuenta aspectos como el tamaño o la comodidad que proporcionan al posarse sobre ellos. Sin embargo, conviene hacer otras comprobaciones para asegurarnos de que esas cualidades no son efímeras y vamos a poder disfrutar de él durante el tiempo suficiente como para dar por amortizada la compra. Existen distintas formas de comprobar la verdadera calidad de un sofá cama, y vamos a explicarte cuáles son para que puedas acertar de lleno con tu compra.

Descartar las opciones menos favorables

Lo primero que debemos hacer antes de elegir a los candidatos para acompañarnos en las tardes hogareñas de los próximos años debe ser probar todos los modelos que podamos. Esta criba es esencial para optar a hacernos con el mejor modelo y el que más se adapta a nuestras preferencias. La primera tanda debe realizarse por descartes técnicos, es decir, cuestiones que nada tienen que ver con la comodidad y que responden a criterios puramente formales, como la adecuación al espacio. Obviamente, si no cabe en nuestro salón, tendremos que desecharlo por mucho que nos pese.

El siguiente proceso de elección se tiene que realizar en base a nuestra breve experiencia de usuario y a criterios más personales, como los estéticos. Aquí es elemental tomarnos nuestro tiempo para comprobar que los materiales son de nuestro agrado, se ajustan a nuestras circunstancias (por ejemplo, quien padezca una dolencia cutánea debe asegurarse de optar a los fabricados con materiales hipoalergénicos y a los que garanticen el mayor nivel de transpiración de la piel) y que contamos con la capacidad económica suficiente como para poder adquirirlo sin ponernos en un aprieto.

Comprobar la idoneidad de los módulos

La adecuación al espacio es un aspecto vital de todo sofá cama que se precie. Un sofá cama de 2 plazas no presenta el problema de otros modelos más voluminosos, somo el sofá cama chaise longue o el sofá cama de matrimonio, que ocupa más espacio y algunos incluso pueden venir con varias piezas para facilitar su montaje. En caso de que así sea, conviene comprobar hasta qué punto estos módulos se pueden acoplar de manera correcta y sin que afecte al nivel de confort general. Algunos sofá cama disponen de una separación entre módulos tan pronunciada que acaba afectando a la comodidad general, lo que termina por arruinar la experiencia de disfrutar de un espacio cómodo en el salón para descansar o disfrutar de la lectura en compañía.

Comprueba la posición del respaldo

La posición del respaldo es elemental a la hora de ajustar el nivel de comodidad del sofá cama. Un buen respaldo debe sujetar los riñones y evitar las contracturas por una mala postura, favoreciendo una posición correcta de toda la columna y aliviando los efectos de las lumbalgias. Esto se comprueba con la sentada, que es donde realmente se puede comprobar hasta qué punto el nivel de comodidad de un sofá cama es alto.

Si estás pensando en hacerte con un sofá cama de 2 plazas, intenta hacer la sentada en ambos lados para comprobar que la textura y rugosidad es la misma, así como la dureza, para evitar disonancias que puedan perjudicar a tu musculatura a largo plazo.

Comprueba el armazón, la base y el relleno

Es imposible cerciorarte por completo de que estos tres elementos son realmente de calidad sin desmontar por completo el sofá. Lo que sí puedes hacer es pedir información extra sobre los materiales utilizados para la fabricación del sofá: en manos de un experto, pueden serte de gran utilidad para dilucidar qué sofá cama es mejor y cuál está fabricado con unos materiales de mayor calidad.

Para que la compra de un sofá cama sea rentable, debe proporcionarte una durabilidad determinada para considerar que la compra ha sido amortizada, de ahí que algunas cadenas especializadas en la comercialización de sofás y camas ofrezcan garantías de hasta diez años.

Los modelos infantiles, seguros y sin aristas

Si estás pensando en adquirir un sofá cama infantil para garantizar el descanso de tu pequeño, debes comprobar antes dos cosas fundamentales: que no contenga piezas pequeñas que puedan ser desprendidas, y que no contenga aristas ni piezas acabadas en ángulos pronunciados para evitar heridas y lesiones a causa de caídas accidentales. Preservar la seguridad de los más pequeños es fundamental de cara a proporcionarles en casa un entorno seguro donde jugar y descansar, de manera que lo mejor es asegurarse de que los materiales con los que está fabricado no van a producir heridas a nuestro peque cuando se encuentre cerca de su sofá cama.

Sin dejar de lado a los niños, cabe mencionar que estos pueden interactuar perfectamente con modelos de sofá cama específicos de manera totalmente segura. Jugar en un sofá cama chaise longue les proporciona el espacio suficiente como para encontrarse cómodos y no sufrir heridas en caso de caerse mientras juegan. Lo mismo ocurre si el pequeño se encuentra en un sofá cama de 2 plazas, aunque aquí disfrutará de un espacio menor por las características inherentes del producto.

Donde sí puede tener problemas nuestro hijo es en un sofá cama montado por piezas y que se encuentre ubicado en una estancia poco espaciosa, de ahí que los expertos insistan en el adecuado reparto de los espacios para mantener unas zonas de paso lo suficientemente anchas como para desplazarse por casa sin ataduras ni escollos.

Que cuente con respaldos y asientos reclinables

Es indispensable que el sofá cama cuente con asientos reclinables y respaldos con altura personalizable para disfrutar de los más altos niveles de comodidad. De hecho, un sofá cama de 2 plazas debe contar con sus propios respaldos para garantizar que los dos miembros que se encuentren en él gocen de las mismas comodidades.

No obstante, en un sofá cama chaise longue es más complicado encontrar esta característica por la anchura que proporcionan y porque cuentan con unos respaldos tan mullidos y de una altura tan pronunciada que se considera que no es importante que cuenten con esta característica. De todos modos, si buscas una opción que te proporcione respaldos reclinables y donde puedas estar en pareja, un sofá cama de matrimonio que disponga de esta característica puede ser tu mejor alternativa, aunque es algo que vas a notar irremediablemente en el precio. Y, por lo que respecta a los más pequeños, lo mejor es optar por modelos específicamente diseñados para ellos: es importante que su espalda no sufra de malformaciones y adopten una postura ideal durante sus primeros años de vida para evitar que sufran de dolencias peores en el futuro.